martes, 26 de marzo de 2013

Mike Portnoy: un caso de bilocación musical






Tener 45 años, 25 de carrera y ser un músico con una técnica que alcanza las más elevadas cotas es magnífico. Adaptarse con facilidad y naturalidad a estilos diferentes; ser capaz de hacer simple lo complicado y complicado lo simple, creando un universo propio sobre el escenario; haber grabado alrededor de 40 discos de altísimo nivel en tan corto espacio de tiempo y hacer infinidad de giras con diferentes grupos; ser nominado varias veces a los Grammy; tener 23 premios de la revista especializada más importante del mundo (Modern Drummer) como mejor batería; entrar en el Salón de la Fama a los 37 años; caer en el alcoholismo y salir del pozo en tiempo récord; y además tener familia, puede que sea asombroso. Pero más asombroso es estar en posesión del don de la bilocación.



La bilocación es un fenómeno paranormal o divino por el cual una persona (u objeto) estaría ubicado en dos lugares diferentes simultáneamente. Pongamos como ejemplo el año 2003 en la carrera de este genio. En este año graba con su banda Dream Theater Train of Thought. En medio de la grabación, el grupo se marcha a una pequeña gira, para volver a finalizar la grabación. Una vez terminada en tan solo tres semanas y con ese resultado tan magistral, vuelven a la carretera para acompañar a Yes en su gira y continúan, sin parar, su gira mundial que termina con el Live at Budokan. ¿Descanso? No para Mike Portnoy, que en ese mismo año graba con OSI Office of Strategic Influence, con Neal Morse Testimony, con John Arch A Twist of Fate y realiza dos conciertos con Yellow Matter Custard, una banda improvisada de grandes músicos con el simple objetivo de divertirse y homenajear a una de sus bandas favoritas: 31 canciones de The Beatles que dio lugar a un entrañable CD-DVD denominado One Night In New York City. Inolvidable aquella versión de una maravilla musical: While my guitar gently weeps.




Casi todos los años se repite más o menos la misma historia. Sabiendo esto, ¿qué podemos pensar de aquellos artistas que se retiran al descanso y se toman uno o dos años sabáticos después de grabar un disco y hacer la correspondiente gira? 

Después de abandonar en 2010 su banda de toda la vida, Dream Theater, se dedicó a publicar cursos de batería al mismo tiempo que trabajaba en cuatro proyectos de diferente índole, con giras incluidas: Avenged Sevenfold, Flying Colors, Transatlantic y Adrenaline Mob. Como le quedaba tiempo y se aburría, en 2011 se volvería a reunir con Yellow Matter Custard con idéntico objetivo que en 2003: 41 canciones más de los escarabajos, dando como fruto One More Night In New York City. A esto añadimos una minigira en 2012 con otros grandes monstruos musicales como Billy Sheehan, Tony MacAlpine o Derek Sherinian. 

Mientras escribimos estas líneas, se encuentra inmerso en la grabación de un proyecto inquietante y muy esperado en los últimos meses junto a Billy Sheehan y Richie Kotzen: The Winery Dogs. Al mismo tiempo está grabando el segundo con Flying Colors, el cuarto con Transatlantic y también el segundo con Adrenaline Mob. Si esto no es un caso de bilocación… ¿O sería más preciso decir que tiene el don de la ubicuidad? Parafraseando el título de la aclamada novela de Philip Roth, podemos confirmar que se trata de El don de Portnoy

PD: Pero, ¿también sabe cantar?




2 comentarios:

  1. A este hombre debe gustarle realmente mucho lo que hace: no se aburre, no se cansa, no para de crear, siempre con un nuevo proyecto en mente... ¡Y encima lo hace bien! Qué ajco, por favor.

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  2. Pos zi, qué asco más rico. Su hijo va por el mismo camino. Next To None ya tienen vídeo promocional en el que hace un cameo papá Portnoy. Para tener doce años, no está nada mal. Claro, teniendo un papá-padrino así... cualquiera. En realidad, creo que van a tener que hacerlo bien porque si no la prensa se les echará encima.

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